domingo, 17 de marzo de 2013

La Red Fluvial, el conjunto lagunar disperso, Las Tablas de Daimiel y Las Lagunas de Ruidera forman los “humedales de Calatrava y su entorno”.



Desde el Cerro Rubio en Fuente el Fresno se observan los encharcamientos y las Tablas al fondo por la extrema horizontalidad. Lo más singular de  Calatrava y su entorno son los humedales de todo tipo provocados por la planitud del relieve. 



Conjunto lagunar de la mancha arriba, Campo de Montiel y Campo de calatrava abajo izquierda.

En cuanto a la red fluvial, el origen del Guadiana  en la actualidad la tendencia predominante es hablar de “cabecera de cuatro ríos”: Záncara, Cigüela Alto, Guadiana y Azuer (Martín  Gil y otros 1989).No obstante,  la cuenca alta del Guadiana está muy relacionada con los acuíferos tanto el sistema 24, surtidor y responsable de las Lagunas de Ruidera como el sistema 23 de cuyos afloramientos son los Ojos del Guadiana  y Las Tablas de Daimiel. Por lo tanto estos Acuíferos  en unos tramos drenan  los ríos en su cuenca alta  como Campo  de Montiel y la Mancha.  Así pues, en aquellos tramos  en que las cuencas del Guadiana y el Azuer quedan por encima del nivel freático las cuencas se infiltran a los acuíferos por el contrario donde la superficie freática corta  a la topografía  se producen  manantiales como los Ojos del Guadiana o encharcamiento como el caso de las Tablas de Daimiel  que son el rebosadero del Acuífero  sistema 23, entre otras causas. Otros afluentes del Guadiana por la margen izquierda son el Río Jabalón  con origen en Campo de Montiel y el Tirteafuera con cabecera en la Sierra de Calatrava. Por la derecha, el Río Bullaque que recoge los derrames de los montes de Toledo.







Las lagunas, charcas, charcón, nava, torca, poza, salobral, soto, tabla, etc. son términos referidos a la presencia de humedales.





En la mayor parte de los humedales la capa freática está a nivel o muy cerca de la superficie, esto conlleva gran diversidad de ambientes y de tipos de encharcamientos temporales o permanentes. Esta circunstancia genera la presencia de unas determinadas especies vegetales: hidrófilas las que crecen en aguas y áreas permanentemente inundadas e higrófilas las que crecen en régimen temporal de encharcamiento.
 Los factores que explican la abundancia y diversidad de humedales en el ámbito de la Mancha,  es debido a la poca pendiente del relieve y por tanto el carácter endorreico de gran parte del territorio donde las aguas se acumulan en depresiones o en cubetas. Dentro de ello hay distintas génesis: “La Chica” y la “Grande”  de Villafranca de los Caballeros son fluviales;  de origen kársticas como Nava Honda, Pozo Airón o la Celadillas  condicionadas por estructuras  sinclinales como Retamar o La Vega;  de origen Hidroeólico como Cerro Mesado, etc. Por último, la singularidad del humedal de Las Tablas de Daimiel originadas por el afloramiento de las aguas del Acuífero 23 y la confluencia de los Ríos Záncara-Cigüela y Guadiana-Azuer.
Estos humedales cuentan, además,  con numerosísimas lagunas de diversa naturaleza, en la Mancha “endorreicas” como Las de Pedro Muñoz, Villafranca-Quero y Alcázar de San Juan.
 Mientras que el Campo de Calatrava coinciden con conos o macizos volcánicos como la de Cerbera, acebuche, Cañada de Calatrava, Caracuel, Moral de Calatrava, Pozuelo, etc.
Los  Humedales del Campo de Montiel están dispersos por la altiplanicie labrada sobre una serie de calizas, dolomías y carniolas mesozoicas por todos esos materiales por donde el Alto Guadiana discurre formando las famosas Lagunas de Ruidera. Se trata de 15 lagunas  que se disponen escaladamente a lo largo del Alto Guadiana formando uno de los enclaves más importantes de Europa por lo maque se refiere a la sedimentación de carbonatos  fluviales.






Los Humedales de Campo de Montiel con las Lagunas de Ruidera,Los Humedales Manchegos,  sobre todo, con el espacio, Las Tablas de Daimiel, tienen  su origen en el rebosadero natural del acuífero  sistema 23 y 24, además,   del desbordamiento de los ríos Guadiana y Záncara-Cigüela.

 Los Humedales de Campo de Montiel con las Lagunas de Ruidera,Los Humedales Manchegos,  sobre todo, con el espacio, Las Tablas de Daimiel, tienen  su origen en el rebosadero natural del acuífero  sistema 23 y 24, además,   del desbordamiento de los ríos Guadiana y Záncara-Cigüela,  un peculiar habita o medio de aguas dulces, aportadas  por el acuífero 23 y el Guadiana y salobres por el Záncara-gigüela, geológicamente se asienta sobre margas y calizas del plioceno inferior. Al bajar los niveles hídricos, en la última década con mayor frecuencia se repiten hundimientos del terreno  (similar a las “torvas” conquenses), causados por procesos Kársticos o disolución de la caliza.
 A los humedales se añade también la construcción de embalses, por la acción del hombre, ha supuesto el almacenamiento de grandes cantidades de agua. A pesar , del escaso caudal, la irregularidad y la débil pendiente de estos ríos de la Cuenca del Guadiana hace difícil su regulación, por esto en este colector fluvial sólo pueden destacarse cuatro embalses en la provincia de Ciudad Real: Gasset, Peñarroya, Abraham y El Vicario, Embalse de la Vega del Jabalón, El Pantano de Villahermoso sobre el Azuer, etc.
Complejo Lagunar Manchego.

La Noria, Los humedales  de una naturaleza u otra, dulcifican su aridez y constituyen verdaderos oasis en este ámbito, muchas veces, “saharelli”  interior.



La Manxa (Tierra sin Agua), Así llamaron los musulmanes a la llanura más extensa de la Península Ibérica. Con los medios de hoy y  a vista de pájaro, la Mancha no es tan seca  como su nombre nos indica. Los humedales  de una naturaleza u otra, dulcifican su aridez y constituyen verdaderos oasis en este ámbito, muchas veces, “saharelli”  interior. En esta comarca de fuerte contrastes, merece la pena perderse y  percibir en estado puro los contrarios: la aridez de una buena parte del territorio y la bonanza de otra parte con estos humedales y los regadíos
En general los “humedales de estas comarcas”  constituyen  medios naturales de extraordinaria belleza, por su interés paisajístico y su biodiversidad de flora y fauna. Por singularidad y riqueza natural cuentan con diversas  categorías  de protección. Estos medios surgieron a finales de la Era terciaría y durante el Cuaternario, están asociados a distintos procesos geológicos e, incluso a la acción  del hombre, como son los embalses.
Las Lagunas situadas al NE del Territorio Mancha, de gran valor ecológico con una amplia gama de flora y fauna. Este rico ecosistema presenta una génesis variada  y se abastece de agua por “escorrentía  superficial”, “precipitaciones” y , a la vez, por “descargas de los acuíferos”. El Complejo Lagunar de Pedro Muñoz y las Mesas” debe su existencia a “Pliegues Sinclinales” de esta tipología son La  Laguna de la Vega y la Laguna del Pueblo;  por depresiones kársticas  son la Laguna de Alcahozo y la Laguna de Manjavacas.
El complejo lagunar  de Quero, Villafranca de los Caballeros y Alcázar de San Juan se deben a hundimientos kársticos, el caso de la Laguna Salicor y otras como las Laguna de las Yeguas  obedecen a antiguos cauces. Todas las lagunas de este complejo son de aguas estacionales con una flora de tipo higrófila lo que conlleva una fauna temporal: al principio del verano el vaso lagunar queda cubierto de costras salinas que convierte las  lagunas en un  “medio hostil” que es abandonado por la fauna invernante y nidificarte hasta las precipitaciones otoñales.
Parque Nacional Tablas de Daimiel.

 Creado el 28 de junio de 1973 con una superficie de 1812 hectáreas está ubicado  aguas arriba de la confluencia de los ríos Guadiana y Ciguela.
 “El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel está ubicado en el centro del cuadrilátero formado por Daimiel y Villarrubía de los Ojos (lugares famosos, entre otros motivos, por la calidad de sus vinos) en la provincia de Ciudad Real. Creado el 28 de junio de 1973 con una superficie de 1812 hectáreas está ubicado  aguas arriba de la confluencia de los ríos Guadiana y Ciguela, en la actualidad canalizados por los trabajos de desecación que se llevaron a cabo en la zona en los años 1968 al 1971”.
Las Tablas son un enclave de gran importancia ya que es un singular ejemplo  del “Paisaje Asociado a las Tablas Fluviales”, propio y esencial del escaso desnivel del relieve manchego. Esta singularidad  se ha traducido en el reconocimiento  de este espacio con la máxima figura de protección a nivel estatal –Parque Nacional-, importancia que también ha sido reconocida a nivel internacional  -Z.E.P.A., Reserva de la Biosfera (junto a otros humedales manchegos) y  más recientemente, L.I.C. “Cualquier época es buena para recorrer las Tablas. El visitante siempre encontrará motivos para recrearse en estas soledades de la Mancha. La fauna siempre presente en mayor o menor grado, servirá de deleite para el observador. La época más idónea es la comprendida entre los meses de abril  junio, que es cuando se ven con facilidad polladas de patos colorados y abundancia de peces”.
“En el mes de septiembre comienzan a iniciarse las grandes juntas de los ánades reales, con multitud de inquietos individuos sobrevolando los marjales. En los meses de diciembre a febrero hay gran variedad de especies, principalmente cercetas, paletos, porrones, etc., muy repartidos por todos los rincones del parque”.

La visita al Parque Nacional se realiza peatonalmente a través de tres itinerarios que hemos señalado y que están concebidos para apreciar la serie de valores que encierran Las Tablas. En determinadas épocas es importante ir provistos de ropa de abrigo y botas de agua y se recomienda llevar prismáticos y cámara.

Superficie y Estatuto legal.


En el Término Municipal de Daimiel tiene 1.582 has. Y en el Término Municipal de Villarrubia de los Ojos346 hectáreas. Además la Zona de protección cuenta con 5.410 hectáreas.
La administración del Parque Nacional corresponde al ICONA, a través de su Servicio de Parques y Reservas, dependiendo de la S ubdirección General de Recursos Naturales Renovables.
Las zonas y tierras encharcadas que constituyen el Parque de Daimiel están clasificadas como Parque Nacional de acuerdo con la Ley 25/1980, de 3 de mayo, sobre reclasificación del Parque Nacional, con una Reserva Integral de aves acuáticas en su interior.


Por su situación geográfica en el centro mismo de la Mancha, su espectacular contraste con la llanura inmensa y reseca que la circunda y la riqueza de su fauna y flora palustre, hacen de esta zona húmeda de Daimiel un muy justificado Parque Nacional.

“Las Tablas de Daimiel no tienen la extensión de las Marismas del Guadalquivir (unas 250.000 hectáreas) ni se acerca siquiera a loa extensión del Delta del Ebro ( 64.000 hectáreas), o  a la Albufera de Valencia con sólo 10.000 hectáreas. Pero su situación geográfica en el centro mismo de la Mancha, su espectacular contraste con la llanura inmensa y reseca que la circunda y la riqueza de su fauna y flora palustre, hacen de esta zona húmeda de Daimiel un muy justificado Parque Nacional para la conservación de las especies propias  de la fauna española y para refugio de aquellas llegadas de los más apartados rincones europeos que servirán para el deleite del visitante que se acerque a este Parque Nacional”.

Elementos naturales que se pueden contemplar.


Consiste en diversas depresiones circulares u “oídos” en cuyo seno hay surgencias  naturales del Acuífero Sistema 23 y cuyos manantiales dan origen al Río Guadiana.





En estas surgencias empieza el Río Guadiana: Las eran tan limpias que reflejaba las figuras y tan serenas que no las desdibujaba.










En su geomorfología
hay que destacar “Los Ojos Y el  nacimiento del Guadiana”, Consiste en diversas depresiones circulares u “oídos” en cuyo seno hay surgencias  naturales del Acuífero Sistema 23 y cuyos manantiales dan origen al Río Guadiana. Los  ”Ojos” no son más que potentes resurgencias debidas a al afloramientos de las aguas subterráneas a la superficie topográfica. Entre la tupida vegetación palustre –carrizos, juncos, eneas, masiegas- aparecen grandes charcos, en cuyos fondos brotan abundantes caudales. Visibles, se contaban hasta catorce de estos manantiales: el  más  accesible por estar situado junto al borde de la caliza  tobáceas que rodean a la zona pantanosa, es el denominado “Ojo de Mari López” que tenía 22x18 metros, a la izquierda de la En estecarretera de Daimi-Lápice. En sus suaves borbotones se mercián las gambusias y los cachuelos y  hacia Villarrubia  se hallaban los “Ojos del Ciego” y el “Estanque  de la Señora” y luego hacia el  S- y el W., otros como los del “Sordico”, el del “Rincón”, y el del “Pico”,  el de la “Peñuela”, más próximos a la Ciudad de Daimiel a unos 7kms.

 Las Zonas Pantanosas de Daimiel, Elementos naturales de su geomorfología.




En algunos tramos, la formación “travertínica”, cortaba en parte la corriente y  en tales lugares se aprovechaban para hacer  los asientos de  presas rústicas  en las que se ubicaban las paradas de los molinos harineros como éste de Puentenavarro tras el cual está el molino.
Se ha rehabilitado e intervenido en numerosos conjuntos históricos, algunos de éstos son  los molinos hidráulicos del Río Guadiana, etc. Las aguas del Río Guadiana que nacian en los “Ojos” se concentraban en una corriente abundante, de cauce profundo, que avanzaba entre los carrizales. A los 4  Kms. En la angostura de Zuacorta donde lo cruza la carretera de Daimiel a Villarubía de los Ojos, había siempre un Molino y lo último una modesta central eléctrica.
A partir de Zuacorta, ya tenía una anchura superior a los diez metros, siempre el cauce estaba formado de toba caliza y la vegetación  pantanosa se extendía por ambos márgenes. En algunos tramos, la formación “travertínica”, cortaba en parte la corriente y  en tales lugares se aprovechaban para hacer  los asientos de  presas rústicas  en las que se ubicaban las paradas de los molinos harineros, algunos restaurados y otros desaparecidos o en el “catálogo Rojo”: Zuacorta,La Máquina, el Nuevo, Griñon,Molimocho, Puente Navarro, Flor de Rivera, etc.
Antes de la llegada a las Tablas, nos encontramos el Molino de Molimocho,  restaurado para poder ser visitado. También a los pies de las Tablas, junto a la Carretera de Daimiel a Malagón  está el molino de Puente Navarro, también restaurado y aún conserva dependencias propias del Molino. El Molino de Flor de Rivera, junto a la Carretera de Torralba a Malagón, hasta hace algunos años estaba en buen estado sus dependencias originales, ya que fue el último en uso hasta los años 1970.

Otro elemento natural de las Tablas, el enigma del nacimiento del Río Guadiana.


 Regel, “nos dice que los romanos le dieron el nombre de “Anas”=pato, porque al igual que éste se zambulle en el agua y vuelve a salir, así el río se hunde en la tierra  y reaparece mas allá”



Lo que resuelve el enigma del nacimiento del Río Guadiana es que carece de cabecera montañosa y tiene en su lugar en una amplia cuenca, plana  y casi horizontal sobre un  “poderoso aparato acuífero 23 subnterráneo” cuyos “Ojos” son rebosaderos que dan lugar al nacimiento del Guadiana y a la formación de las Tablas.

El Guadiana, su mismo nombre ha sido objeto  de discusiones, el prefijo Guad=Wad=Rio, es árabe; el vocablo “Annas” que le sigue ha tenido distintas interpretaciones, entre otras Fr. Regel, “nos dice que los romanos le dieron el nombre de “Anas”=pato, porque al igual que éste se zambulle en el agua y vuelve a salir, así el río se hunde en la tierra  y reaparece mas allá” (Las aguas que no circulan  en  superficie, debido al sustrato permeable, se filtran y recargan el acuífero 23 y éste de considerable importancia drena una vasta superficie de más de 5000 kms. cuadrados y allí donde su nivel freático corta la topografía aflora a la superficie  en forma ojos o manantiales dando lugar al nacimiento el Río Guadiana y a las Tabnlas).




se puede afirmar que las aguas resurgentes en los potentes manantiales
 de “Ls Ojos” son el desaguadero  natural de una parte  de las infiltradas por el Guadiana Alto, a las que se unen las que después de las lluvias se van infiltrando en todo el llano manchego, ya que el resto es probable que siga otras direcciones”.
“Queda así resuelto el enigma y recogido en esta conclusión el problema planteado. Porque, en resumen, lo que da carácter específico al Río Guadiana y a su entorno  es que carecen de cabecera montañosa y tiene, en su lugar, una amplia cuenca, plana y casi horizontal, a manera de gran receptor , del que sale para encajarse poco antes de la curva que describe en torno a Ciudad Real”.

Más elementos naturales, la confluencia de ríos.



Al N.W. del término de Daimiel se encuentra un extenso paraje fluvial, la confluencia de  los ríos Záncara-Cigüela con el Guadiana y el Azuer, poblado de masiega, eneas o aneas y variadas plantas acuáticas, conocido con el nombre de las “Tablas”.
El topónimo de las “Tablas”  no es caprichoso, sino debido a las tablas del Río que forman las aguas  del Cigüela en su curso final , sin que se note la corriente  en las inmediaciones de la confluencia , y  las que por la escasez de pendiente, se producen asimismo en tramo receptor del Guadiana. Muchos designan a este paraje con el nombre de las “Islas” porque, de mayor a menor extensión, forman un rosario  y se conocen con los nombres de Algeciras, Asnos, Tanás, Pan, Descanso, Taray, Martinete, Maturro, Yeguas, Zarca, Morenillo y Rasa.
Cuando llega el verano y desciende el nivel de las aguas, van emergiendo  aquí y allí  algunas de las tierras sumergidas y el panorama de las islas se torna en otro  paisaje totalmente distinto por lo que algunos designan al “paraje de las Tablas” como “las  Lagunas de Daimiel”.
Las mayores “Islas” son las de “Algeciras”y del “Pan”, ésta tiene una longitud de 8OO metyros  y una anchura de 400 ms. La única vegetación arbustiva de las islas  está constituida por tarayes, una de ellas se llama  “Del Taray” y la vegetación herbácea es un prado  muy fino  para caballos y mulas y, siempre hubo en “las islas” bastante ganado mular y caballar  que pasaba a nado de unas a otras. La del “Descanso” le viene el nombre  porque se hacía la escala de la “travesía”. En la Isla de los “Asnos”, por estar más distante de las otras y de las orillas , no había más ganado que el conducido en barca. La longitud de las Tablas es de 6 kilómetros  y la anchura de la ribera se aproxima a los 2 kms.
En atención a la calidad de los suelos y las aguas dulces o salobres, el paraje se podría ordenar en “Las Tablas” y “Las Cañas”. En base a esta distinción argumentaron el proyecto de su desecación en el 1968-71, así “Las Cañas” eran muy aconsejable desecarlas por su elevado índice de fertilidad, carencia se salinidad y posibilidad de riego con aguas del propio Río Guadiana, por el contrario “Las Tablas” de naturaleza salobre, “no tenían otro aprovechamiento – según proyecto de ellos- que el de un posible coto de aves acuáticas”. “Todo el complejo sistema de replazas o tablas de agua, trochas y malezas, con sus abrigos y cobijos, en el tortuoso paraje de mil laberintos, es el auténtico  paraíso de los patos y otras muchas aves ribereñas”.

La geomorfología tenía también numerosas lagunas del término de Daimiel y en la Mancha.


Daimiel tenía en su término algunas lagunas de carácter estepario situadas en “hondonadas”  en contacto con la capa freática del Acuífero cuando éste mantenía su óptimo nivel.






Daimiel tenía en su término algunas lagunas sin relación directa con el régimen fluvial, de carácter estepario situadas en “hondonadas”  en contacto con la capa freática del Acuífero cuando éste mantenía su óptimo nivel. Estas lagunas están secas por los descensos de los niveles de las aguas freáticas. Las Lagunas “Navaseca”, “Escoplillo”, “La Albuera” , “La Nava” o  “El Charcón de los Ardales” e, incluso, “Barajas”.  En cualquier caso, tenían un régimen que estaba íntimamente relacionado con el Guadiana próximo. Buena parte de ellas, por medio de un sistema de zanjas y drenajes, fueron ganadas para el cultivo.

Las Tablas, su historia.



La primera referencia de las “Tablas de Daimiel” la encontramos  en el “Libro de la Caza” del Infante D. Juan Manuel hacía 1325, quién las describe  como un lugar muy propio para la caza  y donde afirma que pertenecen a la orden de Calatrava.
De mayor interés es la referencia que encontramos en las “Relaciones Topográficas”, mandadas hacer por Felipe II y que constituyen un magnífico  censo de los pueblos de España.
Será a mediados del siglo XIX cuando las Tablas adquieren cierta fama  como magnifico cazadero, gracias en parte a la divulgación  que de ellas hace un valenciano afincado en Daimiel, D. Francisco Martí de Veses, que impulsó la Sociedad de Cazadores. Los cazadores daimieleños no tardaron en ganar cumplida fama  en círculos cinegéticos matritenses, asegurándose que ganaban a los mismísimos de la Albufera. El lugar se convirtió en común para grupos de selectísimos cazadores, entre los que figuraban  algunos tan renombrados como el General Prim y Alfonso XII.



 Julián Settier, enamorado de las Tablas, sus cosas y sus gentes, dejó escrita una obra  que viene a ser un acta notarial de aquellos años cinegéticos cuando había caza para todos.



Julián Settier, enamorado de las Tablas, sus cosas y sus gentes, dejó escrita una obra  que viene a ser un acta notarial de aquellos años cinegéticos cuando había caza para todos y, más que bien, podián convivir unos con otros. Describía, Settier, la Dinastía de los Escuderos que han dado varias generaciones de charqueros , pescadores de las “charcas”, llenando las páginas de la historia humana de las tablas, desgranada en un ambiente de pescadores y cazadores, de sanguijueleros  y cangrejeros, de carriceros y masegueros, de usuarios, en fin del rico acervo de los marjales.
Después de la Guerra se dan una serie de anomalías  desde el punto de vista de la Caza en las Tablas, hasta que en 1959 quedó prohibida la caza de patos y en 1966 se convierte el lugar en Reserva Nacional de Caza.
Más tarde en torno al 68, se desató una fuerte polémica acerca de los beneficios y perjuicios que traería consigo la desecación de la zona mediante el drenaje y canalización del Río Guadiana y sus afluentes. Por fin,, en 1973, se convirtieron más d 1800 ha. En lo que actualmente es el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. El Paraje de las Tablas está en la confluencia del Río Cigüela con el Guadiana entres los términos de Daimiel y Villarrubia. El Agua de ambos ríos es  de muy  distinta naturaleza, pues mientras, las del primero son salobres, las del segundo son dulces y más regulares  aunque en la actualidad sufren grandes estiajes en parte por los embalses aguas en sus cuencas altas: Embalse de Peñarroya, el Pantano de Villahermoso, etc. En Consecuencia, la regulación de las aguas y la sobrexplotación del Acuífero, han modificado el régimen hídrico de las Tablas.
En cuanto a la vegetación destacan praderas sumergidas de “ovas”.



Pequeñas manchas de eneas, típica formación  de las lagunas daimieleñas, eran recogidas por los  masegueros, cuya cosecha se empleaba para asientos, esteras, hornos de cal y cerámica.


Los masegares, aún siguen siendo los de mayor extensión en Europa Occidental y otras formaciones las  castañuelas, lirios de agua, etc. También especies halofíticas como  el carrizo y pequeñas manchas de eneas, típica formación  de las lagunas daimieleñas , eran recogdas por los  masegueros,cuya cosecha se empleaba para asienmtos, esteras, hornos de cal y cerámica. Mientras que  aparecen, además, plantas halófilas  como las suaedas, salsolas  y limonios, algunas de cuyas especies constituyen endemismos.  En la “Madre del Guadiana” abundaban los nenúfares, aquí llamados cobertores, que desaparecieron como especies del Parque con las obras de canalización del cauce. Ligadas también a estos medios acuáticos se encuentran los juncos, el bayunco, los mimbres con amplia aplicación en cestos y “garlitos” o trampas, muy afectados también por las obras de drenaje. En cuanto a las especies alboreas sobresale el  taray, que suele bordear las islas y la rivera formado verdaderos bosques o tarayales, así como sauces, álamos y olmos. En el Pre-parque septentrional predomina el monte mediterráneo formado por encinas, coscoja, espinos blancos y negros , cornicabras, retamas y algún quejigo esporádico. En las Dehesa de Zacatena y Casa Blanca las encinas aparecen adehesadas  para su aprovechamiento en ganadería extensiva lo que incrementa la importancia ecológica de este espacio.
La fauna, sin duda, es el elemento más extraordinario del Parque Nacional, lugar de tránsito, reposo, nidificantes o invernada de toda la suerte de aves.

 Sobre todo, la avifauna acuática Estos humedales las aves acuáticas han convertido este lugar en un verdadero paraíso ornitológico sido lugar de tránsito, reposo, nidificantes o invernada de toda la suerte de aves.
Al principio del otoño, bandadas de aves migratorias  se recortan contra el cielo  y muchas de las agujas colinegras,  las agachadizas, las grullas y los ánsares utilizan las Tablas como descanso.
Entre las aves  que eligen las lagunas de Daimiel para invernar están  el porrón común, que prefiere aguas profundas , los rabudos silbones , el pato cuchara. Todos ellos gustan de charcas abiertas y enlodadas. El cuadro de anátidas invernantes se completa con las especies sedentarias por antonomasia  en los humedales manchegos: el ánade real y el pato colorado. El primero muy acomodaticio, abunda por todas partes y el colorado muy versátil y de carácter muy desconfiado.



Estos humedales las aves acuáticas han convertido este lugar en un verdadero paraíso ornitológico sido lugar de tránsito, reposo, nidificantes o invernada de toda la suerte de aves.



Con la llegada de la primavera se asiste por un lado a la marcha de las aves de invierno y, por otro, al regreso de las nidificantes. Las Tablas se convierten en una inmensa incubadora que permite sacar adelante tanto a las nidadas de las aves estables  como a las otras aves acuáticas: las garzas imperiales, joya ornitológica de estos rincones; las fochas, torpes en vuelo y muy hábiles en el agua; los somormujos y los zampullines, expertísimos buceadores; las esbeltas cigüeñuelas, los archibebes, etc.
Todos ellos estrechamente vigilados por el aguilucho lagunero, muy peligroso para los huevos y los pollos de focha y para los patos heridos o muertos, clásico depredador de las aguas anegadizas.
La fauna piscícola  no ha permanecido al margen del capítulo de consecuencias de las desecaciones. De inmediato se redujeron visiblemente las poblaciones de las carpas, el barbo, la gambusia, el lucio, etc. Igual suerte ha corrido la vida anfibia  de las Tablas cuyas especies eran el sapo común y el corredor, la rana común y la de San Antonio, así como los gallipatos, tritones y salamandras, diezmadas éstas, por el lucio y el cangrejo americano, verdadero azote de las aguas encharcad izas. Entre los reptiles cabe destacar los galápagos leprosos y el europeo tan frecuente en las dietas de los “viejos pescadores”. Varias culebras como la ciega, la de collar, l viperina, la de escalera y la bastarda, así como el lagarto lanceolado. La abundancia de la fauna acuática permite la presencia de algunos mamíferos  como la nutria, la rata de agua, etc. Ya en el terreno del entorno está el jabalí, gran depredador para nidos y crías, le sigue  el zorro, el turón y la comadreja, entre otros.

La riqueza del Guadiana: la pesca, la caza y aprovechamiento de plantas.

Roturación del terreno para el arroz en la Máquina, junto a las Tablas.


Siega del arroz en la Máquina también.


Tratamiento del arroz en la era de la Castalia en Daimiel.

Algunos recuerdan que en la Guerra Civil, cuando los alistamientos dejaron la comarca vacía de hombres, las mujeres lograron sacar adelante  a su prole gracias a los peces, a los cangrejos, a las eneas, etc.

Toda la zona era un inmenso territorio palustre, una gran extensión encharcdiza  que ofrecía generosos recursos  a los lugareños, sus usuarios. Siempre había algún aprovechamiento, algo que cosechar en las Tablas manchegas,  desde la broza a la pesca, desde la sanguijuela a la caza. Algunos recuerdan que en la Guerra Civil, cuando los alistamientos dejaron la comarca vacía de hombres, las mujeres lograron sacar adelante  a su prole gracias a los peces, a los cangrejos, a las eneas, etc.
Había trabajo, mucho trabajo que hacer en aquellos marjales tan abundantes, que por más que se cosechase, los recursos parecían multiplicarse. Había pescadores diurnos y nocturnos, según las preferencias, los primeros manejaban la cuchara y el trasmallo y en la jornada echaban el día entero. Los otros salían al crepúsculo, no desdeñaban el trasmallo, pero lo suyo era pescar al carburo las piezas grandes. A la luz destacaban en el fondo de las aguas las carpas que al brillo quedaban amagadas  y entonces le lanzaba la “rejaca”, tridente con cinco puntas, no era infrecuente subir al bote piezas de hasta diez kilogramos. Doce o trece horas duraba la jornada, solían coger tantos peces que en ocasiones llenaban la barca. La especialidad de la zona era la sopa de carpa.
Para la pesca del cangrejo empleaban unas “nasas” o “garlito”, , - de ahí el nombre de “garliteros”  que se daba a los pescadores del cangrejo- construidas en un principio con juncos y después con mimbre. Los viejos molinos que festoneaban  la ribera del Guadiana, eran puntos de partida de las expediciones de los garliteros. Aunque en su mayor parte en ruinas, son visibles todavía: Casi en los Ojos, el primero estaba el “Molino  Zuacorta, La Máquina, La Parrilla, El Nuevo, Griñón, Molemocho, Puente Navarro, Flor de Ribera, Malvecinos, etc. Partiendo de éstos cada, cada cangrejero se dirigía por una trocha para “registrar la garlitera”. En los márgenes del Guadiana y las Tablas se asentaban las chozas en donde vivían toda la familia cuyos restos aún se pueden observar, alguna  junto a la presa al pie de las Tablas. Las paredes de adobes o mampostería y tapial  y el techo de carrizo proporcionaba un revestimiento muy vigoroso para combatir la crudeza invernal.

Humedales del Campo de Calatrava.


En el Campo de Calatrava, junto a Conos y distintas tipologías de edificios volcánicos, destaca la existencia de amplios cráteres de explosión, según la ubicación de estas lagunas  se pueden diferenciar  tres grandes grupos:
“Lagunas de Sierra” constituidas por cubetas o vasos  por lo general en lo alto de los cerros  lo que constituye un conjunto de humedales  de extraordinario valor, declarados” Monumentos Naturales” como la “Laguna de Cervera” en Almagro, La Laguna de la Posadilla en Valverde, La Laguna de los Lomillos  y Carbonera, etc.
“Las Lagunas de Pie de Monte”, como las  “Lagunas de la Nava Chica y  la Nava Grande” en Malagón, La Laguna de Caracuel, la Carrizosa o la Perdiguera.
“Las Lagunas de Llanada”, a esta tipología corresponden “La Laguna del prado” de Pozuelo, “La Laguna Blanca” de Argamasilla, “La Laguna de la Dehesa” de Cabezarados.
Con denominación de “Monumentos Naturales” entre 1998-2001, se comenzo el uso de la figura de protección para aquellos “elementos naturales” de notoria singularidad  y que en el Campo de Calatrava hay  hasta ocho edificios volcánicos  que alcanzarón  la categoría de “Monumento Natural”:





En el Campo de Calatrava hay  hasta ocho edificios volcánicos  que alcanzarón  la categoría de “Monumento Natural”.
Laguana y volcán de la Posadilla con cráter de explosión en Valverde, Castillejo volcánico con pitones volcánicos y lava en  la Bienvenida, Laguna volcánica de Michos con cráter de explosión volcánica en Abenojar, Maar de la Hoya de Cervera con cráter de explosión volcánica en Almagro,  Laguna volcánica de Alberquilla  con cráter de explosión volcánica en Mestanza, Volcán y Laguna de Peñarroya  con edificio volcánico estromboliano y laguna en Corral de Calatrava y Alcolea de Calatrava, Maar de la Hoya de Mortero  con cráter de explosión volcánica en Ciudad Real, Volcán del Cerro de los Santos posee conjunto volcánico con volcán y lava en Porzuna.
Estos monumentos declarados  en el Campo de Calatrava  tienen reducidas dimensiones  y están vinculados a relieves volcánicos  y sus respectivos paisajes gozan  de una geomorfología y de un cromatismo de su suelo  único. Corresponden a edificios volcánicos en cuyos cráteres de explosión freatormagmática  alberga lagunas o “pitones volcánicos” en su interior en lo alto de un cerro como es el caso de la Laguna de la Posadilla en Valverde o la de Cervera en Almagro.
El grupo más importante de estos humedales está representado por lagunas ubicadas dentro de los  cráteres que explosionaron por la combinación del magma con el agua en su interior y así en el enorme cráter originado por la explosión su ubica el “maar” o la “laguna volcánica” habitualmente en lo alto de un cerro=”Laguna de Sierra”.

Los monumentos más significativos  de esta geomorfología volcánica, tal vez sea, la “Laguna de la Pasadilla” y la “Laguna de Cervera”. Por constituir los ejemplos más representativos  y mejor conservados de todos ellos, junto a estas laguna de sierra, hay que destacar los conjuntos lagunares de Michos , La Alberquilla y  el Maar de la Hoya de Mortero  son también afloramientos volcánicos  consistentes también en cráteres de explosión con laguna en su interior en un buen estado de conservación.



Arriba en aquella Ermita,El  Cerro de los Santos en Porzuna  cuyo conjunto está integrado por un único volcán que ha emitido coladas de lava en todas las direcciones.
Aunque todos tienen en común su origen volcánico, su geomorfología difiere : Unas veces destaca el contraste entre el seno de la laguna apenas 50 centímetros  y la profunda depresión  sobre el que se asienta, en el caso de la “Laguna de Cervera” es el elemento que más destaca, en otras ocasiones la laguna se encuentra en lo alto de la cuarcita del cerro “La Alberquilla” y  en el caso de la  “Hoya de Mortero” es el único maar más grande y se encuentra muy suavizado por la acción agrícola sobre la Laguna. El Volcán de Peñarroya  representa uno de los mejores edificio volcánico estromboliano  del Campo de Calatrava por ser el más elevado, 811 metros  y no lejos del anterior está el de el Cerro de los Santos en Porzuna  cuyo conjunto está integrado por un único volcán que ha emitido coladas de lava en todas las direcciones.
Las lagunas asociadas a la actividad volcánica son numerosas, mas de 40 en el Campo de calatrava, debido a su escaso calado entre 50 y 60 centímetros de profundidad y a la irregular pluviometría les impide el verano a la mayor parte de ellas.  Sus aguas suelen ser de naturaleza salina, intermedia y dulce.

Los manantiales, las fuentes agria y los hervideros  forman parte de la geomorfología calatraveña.


El "Famoso Chorro" de Granátula ,  flecos de la actividad Volcánica.


Los Baños del Emperador en Peralvillo, Los de la Fuensanta en Pozuelo de Calatrava, Los de Cozar, Santa Cruz de Mudela, Fuencaliente, Piedrabuena, la Casa de los Baños en Puertollano, etc. Fenómenos relaciondos con el vulcanismo del Campo de Calatrava.





Como restos de la actividad volcánica hay que destacar los numerosos manantiales, hervideros y fuentes agrian. Estos rescoldos volcánicos se encuentran en más de una treintena de otros tantos lugares calatraveños. En su mayoría han dado lugar a numerosos balnearios en los siglos XVIII y XIX: Los Baños del Emperador en Peralvillo, Los de la Fuensanta en Pozuelo de Calatrava, Los de Cozar, Santa Cruz de Mudela, Fuencaliente, Piedrabuena, la Casa de los Baños en Puertollano, etc. hoy se encuentran en situación de abandono y sus aguas sólo se emplean para beber sus habitantes.

Los medios acuáticos fluviales del Campo de Calatrava.

Al conjunto de las lagunas y manantiales, hay que añadir  los medios acuáticos  de los Ríos Guadiana y Jabalón que atraviesan la comarca calatraveña:

Embalse del Vicario
El Guadiana “Vadi-anna” con sus respectivos embalses contribuye a engrosar los humedales de la comarca. Entra en ésta cerca de Calatrava la Vieja
Embalse de Peñarroya

El Guadiana “Vadi-anna” con poco desnivel y numerosos encharcamientos  y con sus respectivos embalses contribuye a engrosar los humedales de la comarca. Entra en ésta cerca de Calatrava la Vieja, aguas debajo de las Tablas” sigue su curso dejando a su paso numerosa vegetación arruinada por la sequía, las plagas y el abandono hasta el Pantano del Vicario en las inmediaciones de los baños del Emperador junto a Peralbillo. Continua por el Cerro Galiana  y Sancho Rey donde hubo una Central eléctrica  descendiendo hasta el cerro de Alarcos en cuyas inmediaciones cambia de dirección hacia el Oeste pasando por el punte medieval de las Merinas  y en los extramuros de Luciana se le une por la derecha el Río Bullaque poniendo rumbo hacia el monte para formar el Estrecho de las Hoces en Puebla de Don Rodrigo.
Con terrenos llanos y abundante viñas desde el Este  llega el Jabalón a la comarca para formar el Pantano de la Vega del Jabalón  junto al Santuario Oreto-Zuqueca , donde estuvo la ciudad Ibérica de Oretum, después romana y más tarde sede Arzobispal de los visigodos y, por último, musulmana hasta que las guerra entre Córdoba y Toledo trajo su desmantelamiento. En las inmediaciones de Granátula  el volcán Columba  obligo con sus lavas a retirarse haciendo un gran meandro, camino de Ciudad Real pasa a los pies de la laguna de Sierra de Cervera, declarada Monumento Natural y sigue hasta que se une al Río Guadiana  en las proximidades de Corral de Calatrava.
La vegetación de los humedales de Campo de Calatrava, un singular elemento natural.



Las plantas vinculadas a cursos fluviales y lagunas son muy variables: álamos blancos, olmos o fresnos que han sobrevivido en los márgenes del Guadiana y el Jabalón.
Las plantas vinculadas a cursos fluviales y lagunas son muy variables. Las tupidas masas vegetales y los bosques-galerías han  dado paso a ejemplares aislados y algún que otro “espesar”  de álamos blancos, olmos o fresnos que han sobrevivido en los márgenes del Guadiana y el Jabalón. En el caso de las lagunas, dependiendo sin son permanentes o estacionales, presentan carrizos, eneas, juncos y junquillos y praderas de “ovas” y charas cuando aumenta la salinidad. En las lagunas cuyas aguas son dulces aparecen vegetales  incluidos en elo Catálogo Regional  de Especies Amenazadas, caso de la Marsilea  strigosa y varias especies de Isoetes.
En los numerosos humedales de esta comarca se observan especies alboreas  como el taray que ha colonizado la mayoría de estos espacios en detrimento del chopo, el álamo blanco, y los sauces, afectados, además, por la pertinaz sequía anterior, enfermedades y abandono... El árbol, señero y autóctono del Campo de calatrava, era el  “olmo negro” que aún subsisten sus restos y brotes en combate contra la sequía y la “pandemia” de la grafiosis. Estos “Álamos negros” señalaban los hábitat y libraban del calima a los trabajadores y gañanes tanto en los “andamios” de las norias como en las casillas y las quinterías.
Las formaciones vegetales en esta comarca en su mayoría la componen frondosas quercineas, en especial la encina (quercus ilex), localizadas en las sierras de mayor personalidad,  mientras en los terrenos más degradados, bien por el hombre o la ganadería abusiva, el bosque no puede implantarse con el vigor apropiado y se hace presente la maquia, formaciones vegetales  arbustivas como los chaparrales, coscojales, jarales, enebrales, retamares etc. Y, por último, en los terrenos extremadamente degradados y pobres ha surgido la garriga romeros, tomillos, rosaledas, espinares, brezales, etc. Cuando las limitaciones o el grado de perturbación aumentan sólo los pastizales (plantas herbáceas) cubren el suelo, muchas veces en combinación con la maquia y garriga señaladas. Un caso emblemático y muy localizado en esta comarca son las dehesas, sobre todo, de encinas que se encuentran alternando con cultivos o pastos, aisladas o en breves bosques.

Numerosas anátidas nidifican e invernan en los humedales calatraveños.


Una de tantas aves migratoria, las garzas alternan las dehesas y los humedales.

Estos humedales registran el máximo valor de aves invernantes en los últimos 15 años en las lagunas volcánicas de Campo de Calatrava en las que se han censado 17.986 aves de 31 especies  a lo largo del mes de enero.

Las lagunas volcánicas de Campo de Calatrava dan hospedaje a un importante número  de aves invernantes, convirtiéndose así en uno de los grandes refugios  para la fauna de la provincia de Ciudad Real. En los trabajos de campo de equipo de ornitólogos  coordinados por el profesor, Rafael Gonsálvez, han puesto de manifiesto  que estas lagunas registran en el invierno  el segundo valor máximo de aves invernantes  en los últimos 15 años.
Gonsálvez, explica que a último del mes de enero  de 2013 se han censado 17.986 aves de 31 especie  que han sido o0bservadas en 27 27 localizaciones diferente de los “Humedales Calatraveños”, la mayor parte incluidas en la Red Natura 2000 en 29 municipios del Campo de Calatrava en el centro de Ciudad Real. El censo para evaluar las poblaciones acuáticas invernantes en las únicas lagunas de origen volcánico de la Península Ibérica , ha dado como resultado  la segunda cifra más elevada de aves invernantes para estas lagunas en el periodo  1998-2013, tras el record registrado  en enero de 2012, fecha en la que se observaron 24.536 aves de 33 especies.



Dos especies han acaparado algo más del 50% de las aves observadas, la gaviota reidora  con 6.684 ejemplares y la focha común, con 2.381 individuos.




 Ambas especies se encuentran en las lagunas volcánicas calatraveñas y en su entorno hay  unas condiciones ambientales propicias para pasar el invierno en ellas, viéndose la gaviota reidora favorecida por la presencia del vertedero  de RSU de Almagro  y los embalses de Vega del Jabalón, Gasset y el Vicario.
En cuanto a anátidas, las tres especies de patos más predominantes  son el ánade azulón  con 2.236 individuos, segundo el pato cuchara, con 2.161 aves  y el ánade friso, con 569 ejemplares. Los responsables del denso han destacado que están ausentes especies de patos declarados en peligro de extinción, que otras veces se han observado en las lagunas calatraveñas de invierno, en concreto la malvasía cabeciblanca y el porrón pardo.
Entre las aves limícolas, destaca claramente por encima de todas las aves frías europeas, con algo más de 700 ejemplares, si bien, por su interés ha sido destacable la observación de algunos ejemplares de aguja colinegra, otros ejemplares de agachadizas comunes, unos pocos archibebes claros  y algún ejemplar de archibebe oscuro.
La única rapaz presente en estas lagunas calatraveñas calatraveñas es el aguilucho lagunero de los que se han contabilizado una treintena de ejemplares, aunque la elaboración de un censo de dormideros para esta especie haría ascender significativamente esta cifra en las lagunas calatraveñas.

Municipios y lagunas más destacados del Campo de calatrava.


 Este Complejo lagunar del Campo de Calatrava son elementos naturales de máximo interés para estos humedales en plena “Manxa” (Tierra árida y sin agua). Se han calificado como “únicas en la península Ibérica  por su génesis volcánica y que en opinión de expertos y técnicos “con frecuencia el complejo lagunar calatraveño es olvidado por la sombra mediática de las Tablas y las lagunas Manchegas”.

Las localidades más importantes por el número de aves y especies  registradas son las lagunas de Moral de Calatrava, las Lagunas de Cuchara de Villamayor de calatrava, en complejo lagunar de Caracuel-Cañada de calatrava, La Laguna Blanca de Argamasilla de calatrava y la Laguna de la Inesperada en Pozuelo de Calatrava.



“Con frecuencia el complejo lagunar calatraveño es olvidado por la sombra mediática de las Tablas y las lagunas Manchegas”.
“El estado de conservación de las lagunas en general es bueno”, si bien tiene algunas deficiencias el estado en que se encuentran  los humedades del complejo lagunar de Alcolea de Calatrava y Piedrabuena, donde las lagunas de Peñarroya, Peña del Bú, la Camacha y Lucianego son incapaces de mantener durante mucho tiempo el agua acumulada por las lluvias debido a la existencia de canales de drenaje  que han abierto sus dueños  para su conversión en áreas de cultivos”.
Otras lagunas calatraveñas sufren continuos deterioros como la Laguna Inesperada de Pozuelo de calatrava por la construcción de una depuradora  hace unos años alterando su hidrología natural y su hidroquímica.
Otra laguna que se ha visto alterada por la actividad cinegética, es la laguna de Cuchara en Villamayor de calatrava, uno de los enclaves húmedos más importantes del Campo de Calatrava desde el punto de vista de la diversidad de patos, y que, “incomprensiblemente no se encuentra protegida legalmente”.

Humedales del Campo de Montiel: Las Lagunas de Ruidera y afluentes del Alto Guadiana

El Parque Natural de las Lagunas de Ruidera constituye uno de los humedales más amplios y singulares en el Alto Guadiana al NO del Campo de Montiel, alimentadas por el Acuífero Sistema 24 que alumbra sus aguas en distintos puntos de la comarca, como el “Borbotón de la Cobatilla”. A lo largo de 25 Kms.  se van sucediendo las 15 lagunas que forman este complejo lagunar de Ruidera, en este trecho se suceden arroyos, manantiales, fuentes, etc. hasta el “Embalse de Peñarroya” en la última. Las aguas que fluyen desde la primera La  Laguna Conceja  al Embalse  superando las barreras tobáceas y salvan un desnivel de un  centenar de metros.



El Arroyo Cañamares y el Río Azuer se forman con diversos derrames del Campo de Montiel, no lejos del Parque  Natural de Ruidera.



El conjunto lagunar y el Embalse de Peñarroya del Campo de Montiel, se completa con varios cursos de agua que nacen más al Sur de la misma comarca. El Arroyo Cañamares y el Río Azuer se forman con diversos derrames del Campo de Montiel, no lejos del Parque  Natural de Ruidera nace el Río Azuer aunque no llega a tener personalidad hasta después del Embalse de Villahermoso, camino de Membrilla  formaba el desaparecido Molino de Santa Ana, en la Población de Manzanares movía dos molinos:   la actual Fábrica de Harinas y a la salida de la población el molino…  cuya maquinaria harinera ya objeto de museo  se encuentra intacta. Ya en el término de Daimiel, en torno al Cordel de Carrerón vadea  La ”Motilla del Azuer” que durante más de Veinte Campañas, alumnos de Granada a Cargo del Arqueólogo Nájera y Molina han puesto al descubierto el IV Grupo del Bronce Manchego.  Después pasa junto al casco urbano de Daimiel para unirse  en el Molino de la Máquina al  Río Guadina, apenas un kilometro  de las Tablas.
Más al Sur, en torno a la localidad de Montiel y sus Castillo, surge el Río Jabalón que forma el Embalse de Jarilla entre Villanueva de los Infantes y Valdepeñas, después ya en Granátula pasa junto a la antigua Ciudad Oretum-Zuqueca, antigua ciudad Romana y, después, sede arzobispal visigoda. Unos centenares de metros aguas abajo hay un gran puente romano, anegado por las aguas del “Embalse de la Vega del Jabalón”  en las inmediaciones de la presa el Cono Volcánico Columba  obligó  a retirarse al Río formando un meandro.  Más abajo de Aldea del Rey, pasa junto al Monumento Natural de la Laguna volcánica “Cervera” y  los entornos los Baños y Hervidero…  Por último, se une al Río Guadiana en las inmediaciones de Corral de Calatrava.

El Parque Natural de Las Lagunas de Ruidera.


Declarado Parque Natural en 1979 con 3.772 ha. En el Alto Guadiana, Campo de Montiel, al N.O. de la provincia de Ciudad Real linde con Albacete. Su valor natural constituye  el sistema fluvio-lacustre de represas tobáceas. Es uno de los espacios naturales más espectaculares de la Región Manchega. Desde cualquier punto del territorio que se acerque el viajero  a este enclave se encuentra con una extraordinaria y gratificante sorpresa  por el cambio brusco del gran contraste existente al pasar de un “paisaje agrario” monótono de las tierras manchegas a un insólito “medio natural” cuando se llega a este “Valle del Alto Guadiana” y el suelo ante nuestra vista se desploma de golpe  y nos topamos con uno de los cursos fluviales más espectaculares de todo el territorio penínsular.
Su extraordinaria singularidad le viene propiciada  por su relevancia y fuerte constraste paisajístico ya que en su geomorfología  está presente  una importante masa de agua en un medio árido y por definición (Manxa=tierra seca sin agua). El enclave es tan especial por la gran cadena de elementos naturales que confluyen juntos que han propiciado que este lugar fuera el primer espacio protegido de Castilla-La mancha en 1933 y, posteriormente, sería reclasificado con la actual figura de Parque Natural de las Lagunas de Ruidera.


 Desde cualquier punto del territorio que se acerque el viajero  a este enclave se encuentra con una extraordinaria y gratificante sorpresa  por el cambio brusco del gran contraste existente al pasar de un “paisaje agrario” monótono de las tierras manchegas a un insólito “medio natural” cuando se llega a este “Valle del Alto Guadiana.
El “extraordinario enclave”  tiene presentes en su geomorfología  un Gran Conjunto Natural único con una perfecta combinación de todos los elementos naturales  en cuya génesis destaca  este gran complejo  fluvio-lacustre conocido por las Laguas de Ruidera, lo forman un rosario de 15 lagunas  que se extienden a lo largo de 25 kilómetros  con  un desnivel  de 120 metros entre la primera más alta y la última a un menor nivel  altitudinal. La singularidad  de este sistema de lagunas escalonadas radica en la aparición de una serie de represas naturales (barreras tobáceas) debido a procesos de precipitación de carbonatos  originados por el propio río que ha fabricado la creación de “bañeras” en las que las aguas quedan parcialmente retenidas  formando lagunas independientes e identificadas con nombre propio: La Laguna Blanca, La del Concejo, La Tomilla, Tinaja,  Redondilla, San Pedro, Lengua, Salvadora, Santos Morcillo, Batana, Colgada, Del Rey, Cueva Morenilla, Caladilla y Cenagosa, entre las más destacadas.

La disolución kárstica parte fundamental de su geomorfología.


A las Lagunas de Ruidera y al fenómeno de la disolución Kárstica con sus grutas y cuevas como un elemento natural fundamental de este ámbito, Cervantes en su obra universal le dedico un capítulo.



Después de las célebres  “Bodas  de Camacho”, D. Quijote pidió un guía  que le encaminara a la Cueva de Montesinos  porque tenía gran deseo de ver las maravillas  que de ellas se contaban: acompañado del Estudiante (como guía), quién se presentó como humanista (justo lo que corresponde a un guía: cierto arte de convencer  y conmover con la palabra), así  pues, el Quijote orientado con ese “don de palabra fácil”, el estudiante prometió a D. Quijote llevarle hasta la misma boca de la cueva y, por supuesto, enseñarle  “Las Lagunas de Ruidera que eran famosas por toda la Mancha  y aún en toda España”.
Después de comprar 100 brazas de soga=170 metros para que D. Quijote pudiera descolgarse, al día siguiente se dirigieron a la Cueva de “Montesinos, en el término de Ossa de Montiel, provincia de Albacete, muy cerca del camino que va desde dicha villa a la Ermita de San Pedro de Saelices, contigua a la Laguna también de Sanpedra, la Cueva dista unos mil pasos  de la citada laguna, se llega al final del camino, todo él bordeando las lagunas , se alza el Molino de San Pedro con  una espesa arboleda que da cobijo a numerosas aves, poco más allá en las estribaciones del cerro en medio de un ambiente bucólico, está la legendaria caverna”.  El Estudiante, Sancho y D. Quijote llegaron a eso de las dos de la tarde.
El Humanista y Sancho ataron fortísimamente a D. Quijote con la soga y lo fajaban Sancho le dijo a su amo:
“-Mire lo que hace, señor mío, no se sepulte en vida”.
“-Ata y calla, Sancho amigo,-respondió D. Quijote- que esta empresa para mí estaba guardada”.
“Una vez atado se incó de rodillas, hizo una oración en voz baja al cielo y luego dijo en voz alta:”
“-¡Oh sin par Dulcinea, no me niegues tu amparo ahora que voy a despeñarme y hundirme en el abismo para que el mundo sepa  que no hay imposible que no acometa”.
“Y diciendo esto, se puso mano a la espada y comenzó a cortar las zarzas y malezas que llenaban la boca de la sima, al ruido salieron de golpe  infinidad de cuervos y grajos  tan espesos y con tanta prisa  que dieron con D. Quijote en el suelo”.
“Cuando vio que no salían más cuervos ni murciélagos se metió, colgado de la cuerda, en la cueva espantosa”.
“Iba D. Quijote dando voces que le dieran más soga y ellos se la daban poco a poco, dejaron de oírse  las voces, pero ellos siguieron dando soga hasta que descolgaron las 100 brazas=170 metros.”
“Luego Sancho y el Humanista esperaron como media hora y volvieron a recoger la soga con mucha facilidad sin peso alguno…pero cuando llevaban unas 80 brazas de cuerda, sintieron pasos  de lo que se alegraron mucho. Finalmente, vieron a D. Quijote y Sancho dijo:”
-“Sea bien vuelto, señor mío,  que ya pensaba que se quedaba allá abajo para siempre”.
“No respondió y se quedó, mientras lo desataban, como dormido, éstos trataron  de despertarlo de todas las formas y hasta que volvió en si y dijo:”
-“Dios os perdone, amigos, que me habéis quitado de la más sabrosa y agradable vida que ningún humano  ha pasado, pues ahora acabo  de comprender que todos los placeres de esta vida  pasan como un sueño o se marchitan como la flor del campo”.
Impresionante la visión en pleno siglo XVI  que tuvo  Miguel de Cervantes
de las nuevas tendencias del turismo activo, se involucra  en la actividad para lo cual se provee de un guía y soga y desciende hasta el fondo de la cueva con sus propios medios. No sin dejar de darnos algunas pinceladas sobre los elementos naturales. Por las fuertes horas del calor durante su visita, en la salida advierte un enorme cambio de temperatura que junto a la extraordinaria fantasía que ha dejado atrás, al fondo, necesita D. Quijote unos momentos de normalización.

Impresionante la visión en pleno siglo XVI  que tuvo  Miguel de Cervantes
de las nuevas tendencias del turismo activo.
Cervantes piensa que su Héroe necesita de ese descanso después del paseo por el “piso tan desigual y con tantos riscos y abismos interiores y que cualquier ruido por leve que sea pone en tensión todo el sistema nervioso y sin distraerse para no dejar de lado los difíciles equilibrios, pues un resbalón supondría una muerte entre los afilados peñascos  y el silencioso lago que hay en lo más profundo de la cueva”.
Cervantes tampoco descuida, los elementos naturales de la flora y la fauna, en su viaje por la Mancha  sintetiza la maravillosa aldea de Ruidera, en donde sitúa el nacimiento del Río Guadiana el fenómeno de las lagunas de Ruidera  como algo único de la naturaleza surgida en Ciudad Real. Le sobrecogió este paisaje que configura  “La Suiza manchega”, pues tal es el encanto de sus lagos ,cuevas, montes, alamedas y aves de toda suerte desde anátidas a, incluso, las rapaces nocturnas hasta las esteparias avutardas.

La vegetación como elemento natural también posee un gran contraste.

La singular geomorfología de este enclave fluvio-lagular cuyo relieve  como si fuera un “gran cañón” se hunde a nuestros pies cuando estamos en sus inmediaciones observamos un fuerte contraste en su cubierta vegetal cuando pasamos del paisaje agrícola tan humanizado al “medio natural” de las Lagunas de Ruidera  bastante degradado al no haber tenido ninguna restricción de uso.

El  bosque de encinas ha ido desapareciendo para dar paso a la “maquia”, matorrales de coscoja”, sabinares y otras especies propias del encinar bosófilo  y los jarales. A medida que el proceso se ha acentuado más, los matorrales dan paso a la “garriga” formada a base de retamas, lentisco, espliego, aulaga, romero, tomillos, etc.


Las Lagunas de Ruidera tienen doble naturaleza en su paisaje: La vegetación mediterránea  de los medios calizos  que, abierta a todos  los usos   el  bosque de encinas ha ido desapareciendo para dar paso a la “maquia”, matorrales de coscoja” , sabinares y otras especies propias del encinar bosófilo  y los jarales. A medida que el proceso se ha acentuado más, los matorrales dan paso a la “garriga” formada a base de retamas, lentisco, espliego, aulaga, romero, tomillos, etc. Hasta que sólo quedan los pastizales  con comunidades de plantas anuales que apenas se ven más allá de la primavera. Por último, en algunas zonas muy restringidas, encontramos las especies gipsícolas sólo adaptadas a terrenos abundantes de yesos.
La vegetación vinculada al medio acuático en las Lagunas de Ruidera corresponde a los carrizales, masegares, juncales, céspedes como los más representativos, además de los árboles de ribera,  hay grandes alamedas  por su rápido crecimiento con especies madereras  que se alternan con otras supervivientes  de los humedales como el cauce, el fresno, los olmos y los álamos blancos y negros. Dentro del agua, hay que destacar las poblaciones de “utricularis vulgaris” una rara planta carnívora de vida flotante que aparece, sobre todo,  en la Laguna Conceja.

Otro elemento natural de este “enclave húmedo” es la vida animal.


La riqueza de este singular enclave  se completa con una intensa vida animal que utiliza este privilegiado humedal como  refugio de las áridas tierras esteparias  manchegas y Campo de Montiel. Se dan cita unas,  doscientas especie de aves, la mitad son residentes gran parte del año. Sólo de rapaces se establecen 19 especies ( 8 de ellas son endémicas), se constatan, además, 8 especies de anfibios ( entre ellos, los tritones y los sapos son muy abundantes), los “lagartos lanceolados” y la “culebra bastarda”  destacan entre las doce especies de reptiles.
La peculiaridad y el fuerte contraste de este singular espacio donde el agua, muy abundante, en este humedal se mezcla con la “Manxa” ( árida y por definición, tierra sin agua) por todo ello, la vida animal, sobre todo, en lo concerniente a las aves  es importantísima: Las anátidas  en estos humedales se complementan con aquellas que viven en el bosque de encinas, matorrales  y tierras esteparias.
Las anátadas buceadoras  están representadas con  el porrón muñudo este ejemplar se puede observar con facilidad en las lagunas, otro ejemplar asiduo de estos medios es el somormujo lavanco  cuya silueta y buceo reiterado hacen fácil su identificación, también está muy presente el porrón común, el pato colorado, el roscón, la focha común, etc.
En las paredes escarpadas y sus numerosos huecos destacan las rapaces como el aguilucho lagunero, el águila perdiguera, el búho real, el halcón peregrino, etc. Entre los roedores, destacan los erizos, las musarañas y, sobre todo, en las numerosas cuevas como la de Montesinos, descripta por Cervantes, hay gran cantidad de murciélagos.
Las especies más llamativas son la comadreja,  turones, tejones, zorros y ginetas todos ellos muy vinculados a este territorio aunque esta riqueza inestimable  está  cada vez más alterada.

En las tierras más esteparia, con vocación cerealista, entre Montiel y Alhambra, se asientan en pleno invierno bandadas de avutardas.


En las tierras más esteparia, con vocación cerealista, entre Montiel y Alhambra, se asientan en pleno invierno bandadas de avutardas y, durante todo el año,  son frecuentes las gangas y alcaravanes, los sisones, sobre todo, en verano repasan las plantaciones de melones tan frecuentes en la zona de la Solana, Membrilla, Manzanares, etc. constituyendo una plaga para este tipo de plantaciones cuyo brotes  tiernos y flores son manjares para estas aves.

Elevado deterioro de los elementos naturales en el Complejo lagunar de Ruidera.


A parte de todos los valores y elementos naturales destacados, este enclave se caracteriza  también por la existencia de elevado nivel de degradación:
a)     Algunos anotados ya, especialmente, el bosque mediterráneo al no haber tenido ninguna restricción de uso, ha sufrido de forma escalonada  de la “formación boscosa” a la “maquia o matorral” y más degradado aún a la “garriga” y hasta llegar en muchas  áreas a los pastizales, sólo  perceptibles en primavera.


Elevadísima presencia  de construcciones de recreo, hasta el punto que no ha podido ser corregido, pesar, de la figura de protección como Parque Natural.

b)    Otra gran alteración la constituyen la elevadísima presencia  de construcciones de recreo, hasta el punto que no ha podido ser corregido, pesar, de la figura de protección como Parque Natural. A ello hay que añadir la elevadísima afluencia turística, sin el suficiente control, pone en peligro un medio sumamente frágil en el que ha aparecido el deterioro de barreras y terrazas traventínicas.
c)     Hay que añadir también, el excesivo uso de agua para usos particulares y riego, así como la contaminación con los vertidos de agua usada.
d)    Otro problema que viene de lejos lo constituye la reducción de márgenes lagunares con la edificación de chalets y hoteles en sus orillas impidiendo el paso y, a veces, privatizando el agua y las orillas con la construcción de embarcaderos, playas artificiales, setos, vallas, etc.
e)     Este mismo deterioro se ha acentuada do con la explanación y ocupación de las laderas, así como con la repoblación  forestal con especies foráneas: pinos, ciprés, etc.

Nogalera.

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